jueves, 15 de enero de 2009

2ª noticias periodo 1

Publicidad 007
Madrid, 16 de enero de 2009

Cuando vamos al cine no siempre somos conscientes de estar recibiendo mensajes publicitarios más o menos velados. Pero en las películas hay claves que nos llevarán a decantarnos, tarde o temprano, por la compra de un determinado producto. Casos históricos como la asociación de James Bond con coches, relojes o bebidas son paradigmáticos; pero el negocio va mucho más allá. Y de forma más sutil.
Existen empresas que se dedican a promocionar productos europeos en Hollywood. Una de ellas, bajo el lema “la publicidad del Siglo XXI” tiene como “target” cine, televisión juegos de video o clips musicales. Esta empresa recibe más de 1.000 guiones al año. Dichos guiones son leídos y analizados para encontrar qué objetos y productos pueden ser necesarios en el contexto de una determinada producción. "Pero no nos dedicamos a la publicidad en el sentido clásico del término", aclara, "pues integrar una marca en una película se debe hacer con sutileza. La presencia del producto sólo debería llamar la atención de quien ya está predispuesto a comprar dicho producto, y no a los demás espectadores".
Por ejemplo, al lector se le rompe el teléfono móvil. Usted va a comenzar entonces a prestar más atención a los teléfonos de sus amigos y a la publicidad que vea, pues tiene ya predisposición, "Hablamos a gente que está bien dispuesta a escucharnos". Todo entra dentro dentro de una estrategia de Storytelling. "Es uno de los impulsos humanos más básicos: el interés en escuchar una historia, bien contada e interesante", explica, "y esa necesidad se mantiene desde la prehistoria. Lo que cambia es la tecnología que permite recibir y distribuir historias que nos emocionan o nos divierten para pasar un mensaje”.

Alcoa- anuncio automovil-1958


Un caso modélico de esta forma de publicidad es el de James Bond, pues "su atractivo va más allá de sus sucesivos protagonistas". Según nos cuentan "Omega no tiene ningún interés en asociar su marca con Pierce Brosnan o Daniel Craig, sino ir unidos al personaje, que está perfectamente controlado". "Una celebridad puede convertirse en adicto a las drogas, ¡pero James Bond, no! Por ello es preferible asociarse a personajes y no a personas de carne y hueso".

James Bond y sus coches



Alcoa-1970


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